miércoles, 14 de noviembre de 2012

El primer paso de TRAMS: revisión sistemática para identificar barreras y facilitadores de las guías de práctica clínica


El diseño que se ha seguido para realizar la revisión sistemática de la evidencia científica (RSEC) es el establecido por Cook y cols. en Systematic reviews: synthesis of best evidence for clinical decisions (Ann Intern Med. 1997; 126: 376-80). La RSEC comporta la aplicación de una metodología de investigación que contempa identificación, evaluación crítica y síntesis de los estudios relevantes sobre una temática o cuestión específica.

Para IDENTIFICAR los artículos realizamos una búsqueda correspondiente a los últimos tres años (2008 – 2011) en la base de datos PubMed que resultó en 835 documentos. Con la lectura de los resúmenes de estos artículos se eliminaron aquellos que no hacían referencia al objetivo de nuestro estudio. Finalmente se seleccionaron 81 documentos para su lectura completa a partir de la cual quedaron 66 para su lectura crítica.

Seis revisores distintos han procedido a la EVALUACIÓN CRÍTICA de estos 66 artículos llevando a cabo dos tareas:

a) Valoración de la calidad metodológica de los documentos seleccionados que se ha realizado mediante la aplicación de los criterios propuestos por Alberta Heritage Foundation for Medical Research.

b) Extracción de información útil para la posterior elaboración del guión de los grupos focales.

En la siguiente tabla se muestra el número de documentos de alta, buena o baja calidad metodológica de los artículos seleccionados.

Tabla A: Número de documentos correspondientes a estudios cuantitativos y cualitativos, seleccionados para la lectura crítica, según su nivel de calidad metodológica (alta, buena, baja)


Alta calidad
Buena calidad
Baja calidad
Total
Estudios cuantitativos
7
12
4
23
Estudios cualitativos
10
8
17
35
Revisiones
0
1
7
8
Total
17
21
28
66

Para la extracción del contenido de los artículos para la SÍNTESIS y posterior diseño del guión para los grupos focales se han elaborado unas tablas en las que se ha recogido toda la información referente a tipo de estudio, población diana, intervención, patología, implementador (sector profesional), guía de práctica clínica o recomendación, canal de diseminación, resultado obtenido, y barrera o facilitador. Finalmente, se han clasificado las diferentes barreras y facilitadores concernientes a 6 categorías diferentes: pacientes, profesionales de salud, relación entre ambos, organización, guía de práctica clínica, y entorno.

En la tabla siguiente se muestran, para una de las categorías (relación entre pacientes y profesionales de la salud), las diferentes barreras o facilitadores (según se lean en un sentido positivo o negativo) obtenidos de la revisión sistemática y que serán la base del guión de los grupos focales.

Tabla B: Clasificación de los aspectos relacionados con la relación entre los pacientes y los profesionales de la salud, que pueden constituir barreras o facilitadores en la implementación de las decisiones clínicas

Relation between Health Professionals and Patients
SKILLS
ATTITUDES
·      General linguistic problems
·      Correct interpretation
·      Communication between patient and health staff
·      Interpersonal relationships.
·      Prescription confusion

·      Shared decision making
·      Lack of conversation about patients’ preferences
·      Unclear expectations
·      Culture as a barrier to talk about sex
·      Motivation
·      Perceived benefits
·      Overestimation of risk
·      Lack of outcome expectancy
·      Lack of desire to change
·      Health motivation: participation in health promoting activities or avoidance of unhealthy life habits.
·      Physician has no right to ask for a change in patient’s lifestyle
·      Discrepancies between physicians and patients
·      Concern about use of opioids
·      Fear of addiction

En estos momentos se están llevando a cabo los grupos focales y en unas semanas podremos comunicar los resultados.

lunes, 10 de septiembre de 2012

INVESTIGACIÓN TRASLACIONAL TIPO 2

Actualmente en ciencias de la salud es habitual hablar de investigación traslacional. Pese a que no significa exactamente lo mismo para toda la comunidad científica, se entiende la investigación en salud como un proceso continuo, se pueden identificar dos bloques traslacionales: el primero permitiría hacer la traslación de la investigación biomédica básica, es decir, del conocimiento adquirido en el laboratorio sobre los Mecanismos de la enfermedad y el desarrollo de métodos para su diagnóstico, tratamiento y prevención, así como los primeros estudios en humanos, a la ciencia y conocimiento clínicos (sería el proceso denominado bench to bedside o T1) y, el segundo, facilitaría la traslación del nuevo conocimiento de la investigación clínica hacia la toma de decisiones en salud y, por lo tanto, se propone garantizar que los nuevos tratamientos y conocimientos de la investigación realmente lleguen a los pacientes o poblaciones a las que van destinados y sean aplicados correctamente, permitiendo así la mejora de la salud (proceso que se podría llamar research into decision-making o T2).

Este proyecto, TRAM-S, se enmarca en el segundo bloque traslacional. Si bien en el primer bloque las conocimientos que se precisan están relacionadas con la investigación de laboratorio (genética o bioquímica, por ejemplo) y con la investigación clínica, en la investigación traslacional T2 se precisa de epidemiología clínica, síntesis de la evidencia científica, estadística, economía de la salud, ciencias del comportamiento y otras “ciencias de la implementación” que junto a otras disciplinas forman parte de los conocimientos de salud pública. En definitiva, el propósito de la T2 es cerrar la brecha que existe entre la investigación y la práctica, entre el conocimiento y su aplicación. Pretende que el conocimiento, los resultados de la investigación, lleguen a quien debe tomar la decisión de aplicarlos que, en ciencias de la salud, no son sólo los profesionales sino también (y a menudo, sobre todo) los usuarios de los servicios sanitarios. La decisión, basada en la evidencia científica proporcionada por la investigación, debe contemplar también aspectos económicos y políticos así como valores sociales.

Este proyecto quiere contribuir al avance del conocimiento estableciendo las bases para la elección de la estrategia de diseminación e implementación, de manera que pueda ser aplicable en todas las intervenciones preventivas y las recomendaciones clínicas que se desarrollen en nuestro contexto.