lunes, 10 de septiembre de 2012

INVESTIGACIÓN TRASLACIONAL TIPO 2

Actualmente en ciencias de la salud es habitual hablar de investigación traslacional. Pese a que no significa exactamente lo mismo para toda la comunidad científica, se entiende la investigación en salud como un proceso continuo, se pueden identificar dos bloques traslacionales: el primero permitiría hacer la traslación de la investigación biomédica básica, es decir, del conocimiento adquirido en el laboratorio sobre los Mecanismos de la enfermedad y el desarrollo de métodos para su diagnóstico, tratamiento y prevención, así como los primeros estudios en humanos, a la ciencia y conocimiento clínicos (sería el proceso denominado bench to bedside o T1) y, el segundo, facilitaría la traslación del nuevo conocimiento de la investigación clínica hacia la toma de decisiones en salud y, por lo tanto, se propone garantizar que los nuevos tratamientos y conocimientos de la investigación realmente lleguen a los pacientes o poblaciones a las que van destinados y sean aplicados correctamente, permitiendo así la mejora de la salud (proceso que se podría llamar research into decision-making o T2).

Este proyecto, TRAM-S, se enmarca en el segundo bloque traslacional. Si bien en el primer bloque las conocimientos que se precisan están relacionadas con la investigación de laboratorio (genética o bioquímica, por ejemplo) y con la investigación clínica, en la investigación traslacional T2 se precisa de epidemiología clínica, síntesis de la evidencia científica, estadística, economía de la salud, ciencias del comportamiento y otras “ciencias de la implementación” que junto a otras disciplinas forman parte de los conocimientos de salud pública. En definitiva, el propósito de la T2 es cerrar la brecha que existe entre la investigación y la práctica, entre el conocimiento y su aplicación. Pretende que el conocimiento, los resultados de la investigación, lleguen a quien debe tomar la decisión de aplicarlos que, en ciencias de la salud, no son sólo los profesionales sino también (y a menudo, sobre todo) los usuarios de los servicios sanitarios. La decisión, basada en la evidencia científica proporcionada por la investigación, debe contemplar también aspectos económicos y políticos así como valores sociales.

Este proyecto quiere contribuir al avance del conocimiento estableciendo las bases para la elección de la estrategia de diseminación e implementación, de manera que pueda ser aplicable en todas las intervenciones preventivas y las recomendaciones clínicas que se desarrollen en nuestro contexto.